Cuando unos novios a los que conoces desde el principio de su relación, deciden casarse y contar contigo para hacer más bonito si cabe, su día, no puedes más que sentir una mezcla de emoción y responsabilidad, como en cada boda, aderezado con la montaña rusa de sentimientos que te provoca esa unión en concreto.

Andrea es esa niña preadolescente que conociste hace tanto tiempo que ya ni recuerdas, tan bonita por dentro (gracias a esa gran familia tan maravillosa que la arropa), como lo es por fuera, que encontró a Borja, la horma de su zapato, y que tras pasar por un montón de historias juntos, deciden ponerle el broche a esta relación, y comenzar una nueva andadura juntos, un 5 de Agosto de 2017 en un lugar mágico, El Castillo de la Zoreda.

Los pronósticos amenazaban lluvia, en lo que fue un verano de lo más surrealista climatológicamente hablando, pero el día amaneció gris, sin lluvia, algo que hizo pensar en la posibilidad de disfrutar de los aperitivos en el jardín, con todo el montaje de rincones preciosos que habíamos pensado colocar, para sorprender a sus invitados.

Andrea se dirigió a Desmelénate peluquería junto a su hermana Ro, donde le hicieron un bonito recogido alto, despejando la nuca para dar importancia a la espalda del vestido. En casa de sus padres la esperaba Raquel, Pincelhadas online, que ya había dejado a su madre y su hermana impecables, haciendo lo propio con ella. Los peques de la casa, no paraban de hablar y jugar, subiendo y bajando escaleras, según ellos, para distraerla y que estuviera tranquila, los peques son geniales!

Ya en su cuarto, le esperaba su vestido de Agua Clara , colgado de la ventana, que tanto su madre como hermana le ayudaron a ponerse. Calzada con unos zapatos preciosos de Lodi. Lució también un maravilloso tocado de Eva Vida Tocados.

Allí se encontraba también su ramo, era la primera vez que lo veía, ya que confió ciegamente en Conchi, de Leymar Floristas y descubrió que era tal cual ella se había imaginado.

Momentos antes de salir hacia la iglesia, los nervios hicieron su aparición, e incluso llegó a pensar que sería la primera vez en la historia que la novia llegase antes que el novio a la iglesia… pero nada más lejos de la realidad, a la llegada a la iglesia una especial felicidad la inundó.

Cogida del brazo de su padre y padrino y tras sus niños de arras, justo antes de entrar por la puerta de la iglesia Santa María Magdalena, se le sobrevinieron todos los nervios de golpe, sonaba la marcha nupcial a gaita y piano de Música para tu boda, la emoción la embriagaba mirando como todo el mundo le sonreía, entonces miró al frente, vio a Borja, guapísimo de Boutique Verano, y ya no volvió a apartar la mirada de él, se cogieron de la mano y fue entonces cuando todos los nervios desaparecieron.

Los momentos de risas (Borja le dijo el «sí quiero» al cura en lugar de a Andrea, la pequeña Olaya, su sobrina, después de haber ensayado muchísimo se negó a leer…) se entremezclaron con los de emoción, sobre todo con las lecturas de las hermanas de los protagonistas.

A la salida de la iglesia, los primos de Borja esperaban tocando el tambor y la gaita y como buena boda asturiana, los culines de sidra esperaban a los novios para brindar por su día y su nueva etapa en común, fue entonces cuando surgió el reencuentro entre Andrea y María, una de sus mejores amigas, a la que hacía meses que no veía porque se encontraba viviendo en Mallorca.

Los invitados comenzaron a llegar al Castillo Bosque de la Zoreda, se bajaban del autobús corriendo hacia la terraza acristalada porque empezaba a llover, mientras, los novios se hacían algunas fotografías tanto en las zonas interiores como exteriores, ya no importaba el tiempo, era su momento y la niebla y la lluvia no iban a impedir que disfrutarán de su gran día.

Bajaron caminando hacia el salón, donde todos los invitados ya disfrutaban del cóctel y de cada uno de los rincones preparados con todo el cariño para su disfrute. Poder ver sus caras al llegar y ver que todo estaba tal cual habían imaginado, es lo mejor de las largas horas de preparación y los meses de preparativos.

La entrada al salón no podía ser como cualquier otra, así que la hicieron al ritmo de «Bajo al mismo sol» con los invitados bailando la coreografía.

Después de la cena hubo regalos para todos y todas, de la mano de las chicas de Más que gusto, pero los más emocionantes sin duda, los que tenian preparados para sus hermanas y sus abuelas.

Momentos después, la emoción inundó el salón, las lágrimas de felicidad brotaban, y es que Ro, la hermana de Andrea le preparó un vídeo con su canción «Nadie como tú» de La Oreja de Van Gogh, para dar paso a otro vídeo para los dos de sus familiares y amigos, donde las risas estaban aseguradas!

El primer baile como marido y mujer fue «Estoy hecho de pedacitos de ti» de Antonio Orozco, mezclada con la canción de la pareja.

A partir de ahí ya no se puede contar más, salvo que la fiesta se alargó hasta las 5 de la madrugada, pudieron disfrutar de la Mesa Dulce con tématica marinera, hilo conductor de toda la decoración de la boda, donde pudimos utilizar algunos elementos marineros de la familia de Borja, dando así un toque sentimental a cada rincón, y dónde tanto los peques (al cuidado de Sueños de Papel) como los adultos disfrutaron de nuestra Caravana y de la música de Fred Events.

De las maravillosas fotografías se encargó Viti Amieva y del vídeo David López Dalton, ambos nos han dejado momentos maravillosos para recordar esta boda.

Gracias Andrea y Borja por dejarnos formar parte de un día de lo más especial.

Tania.