Cuando conocí a Clara fue amor a primera vista, (con permiso de Dani), es de esas personas que derrochan vitalidad y entusiasmo, así que esperaba con ansia el día de su Boda, porque sabía que iba a ser muy especial.

En otro momento os contaré cositas de la Boda de Clara y Dani, donde disfrutamos de un ambiente muy pero que muy divertido, pero hoy, me lo vais a permitir… me voy a centrar en el vestido de Clara, porque desde el momento en el que lo vimos nos nos enamoramos locamente, así que me he puesto en contacto con Laura Escribano Atelier, para que me contara detalles que normalmente pasan inadvertidos, pero cuando se trata de un vestido con historia, y creerme que este tiene muchas, no he podido evitar dedicarle un post íntegro a él, el vestido que hizo más protagonista a la novia si cabe.

La idea del vestido de Clara surgió al conocer el trabajo de Laura Escribano en su Atelier, sus colecciones y la esencia de la forma de trabajar que en él tienen, cuidando cada detalle y cada encaje que utilizan para formar verdaderas obras de arte hechas vestido. El vestido se realizó a partir de encajes antiguos recuperados y modelados en el cuerpo de Clara, inspirándose en una armadura de una bella guerrera, con torso creado a partir de encaje de cintas y fragmentos de encaje veneciano. La preciosa espalda estaba elaborada con encaje de irlanda de bolillo y madroños (no me preguntéis porqué, pero estos pequeños me tienen enamorada desde que mi primera Novia Botón los llevó también en su vestido) dándole así un movimiento especial, que Laura Escribano decidió introducir en el vestido al ser un rasgo característico de la novia, no para quieta. La cola fue concebida gracias a una mantilla del siglo XIX y un velo Art Decó, para que veáis que no mentía cuando os decía que este vestido estaba creado gracias a miles de historias y años de historia en sus telas y encajes.

En el Atelier de Laura Escribano se caracterizan por usar materiales antiguos que se blanquean o tiñen para conseguir tonos naturales, no demasiado vistos en los vestidos de novia, algo que Clara buscaba, pues huía del blanco para su boda. Se buscó en todo momento un look con un punto rockero, divertido, elegante, vintage, boho… porque Clara es así y su vestido no podría haber sido de otra manera.

Os dejo las fantásticas fotos de Noe Guimaré y Tecueme que son para morir de amor.

Espero que os guste tanto como a mi.

Tania.