Un día recibes un llamada preguntándote si tienes la fecha disponible para organizar una boda, miras la agenda y compruebas que si, y con sorpresa te ves envuelta en el diseño de una boda súper especial, en un tiempo récord! Y es que Eva y Manu, sus protagonistas, nunca tienen tiempo, son una pareja joven (aunque llevan juntos 20 años!), están al frente de un negocio de éxito y tienen dos pequeñas princesas, así que la cosa se complicaba para encontrar momento para reunirse, nada que no pueda solucionarse vía móvil… Así que tras varias conversaciones telefónicas, nos conocemos, ultimamos detalles y te enamoras de ellos…

Y llegó el gran día, un 29 de Septiembre de 2018, un día de otoño que más bien parecía verano. Los novios, aunque muy cerquita (apenas les separaban unos tabiques), se vistieron por separado, algunas tradiciones no hay porqué saltarselas.

Manu en casa de su hermana y vecina, con su sobrino pequeño Marco como ayudante y uno de sus hermanos, vistió un llamativo y original traje con calaveras bordadas por toda la chaqueta, gemelos y pajarita, de la mano de Ramón Sanjurjo y Juan Moda HombreSastrería, que lo dejaron así de elegante.

Eva se vistió en su precioso ático, acompañada por su cuñada Sabrina, a la que considera como su hermana, una amiga de su madre, que la ayudó a vestirse su espectacular vestido de Atelier Pronovias, que iba bordado con su nombre y con el que estaba impresionante. De su impecable peinado, un moño impoluto, se encargó Óscar Berguño, que también fue el encargado de peinar a Manu. Del maquillaje que hacía resplandecer aún más si cabe a Eva, se encargó Andrea Guerra, que posteriormente, a la hora del baile, y con el Beauty Corner que le preparamos, retocó a las invitadas para que la fiesta no dejara huella en sus rostros.


Alejandro Fanjul, el mejor amigo de Eva, fue quien le llevó las alianzas, que él mismo había escogido y que su padre había tallado. Para llevarlos un precioso bastidor de Tocados La Piu Bella, quien también se encargó de la pequeña cajita de flor preservada que portaba las arras. Las invitaciones fueron obra de Rascayu Hand Made.

La bajar hacia el coche para dirigirse a la iglesia, Eva se encontró con una gran sorpresa, y es que su amiga Paula, que reside en Francia y acababa de ser mamá, le había dicho que no podía venir a la boda… La emoción brotó de la misma manera que las lágrimas, siempre de felicidad. Eva se montó en un Rolls Royce Silver Shadow (que Rainiero de Mónaco regaló a su esposa Grace Kelly en 1968) regalo de su tío Juanji y acompañada de su hermano Guillermo, con quién entró del brazo en La Capilla de la Providencia, dónde Manu y todos sus invitados la estaban esperando.

El romántico ramo y las flores de la iglesia son obra de Flores Lupe. A las puertas estaba nuestro carrito, cargado de pañuelos para las lágrimas que ya preveíamos se iban a verter y conos con confetti, arroz y pétalos para la salida de la ceremonia.



Posteriormente todos se dirigieron al Hotel Restaurante Regueiro, dónde les esperaba la cocina de Diego Fernández.

La música corrió a cargo de Narci y Saúl tus Dj’s, que pusieron la banda sonora no solo en la boda, sino en la vida de Eva, ya que Narci es un «viejo» conocido de la novia. Para abrir el baile, contaron con la ayuda de Vane Fusión, que les enseñó a bailar su canción.


Decoramos cada uno de los espacios siguiendo la línea romántica de la que Eva nos había comentado, plasmando en cada rincón un poquito de la esencia de esta pareja tan bonita, su historia, sus niñas, su vida.


De las fotografías se encargó Pablo Álvarez Wedding Photographer, todo un descubrimiento, que nos ha dejado inmortalizados los mejores momentos de la boda de esta pareja que son amor.

Tania.